
PRELUDIO: Enfoquémonos en la vida (Rvda. Alejandra Zareth)
LLAMAMIENTO A LA ADORACIÓN (Salmo 68,1-10; 32-35)
¡Cantemos himnos a Dios! ¡Sí, cantemos a quien manda la lluvia! ¡Hagamos fiesta en su presencia! ¡Es Dios de todo el mundo! Dios cuida a las personas huérfanas, y defiende a las que están viudas; les da hogar a las que están desamparadas y libertad a las que están presas. ¡Dios nos da fuerza y poder! ¡Bendecido sea para siempre!
HIMNO: Escuche el himno «Cantad al Señor» GtG 637
CONFESIÓN (Basada en Juan 17,1-11)
Jesús oró y nos mostró lo grandioso y maravilloso que es Dios. Jesús oró, y les mostró a sus discípulos quién era él. Jesús oró, diciendo que el mensaje que Dios le había dado, se lo había dado a sus discípulos. Quienes siguen a Jesús permanecen en este mundo.
Perdónanos Señor por las veces en que te damos la espalda, y por las veces en que silenciamos el mensaje que tú nos has pedido dar al mundo. Perdónanos por nuestra falta de unidad y por no demostrar al mundo tu gracia y tu poder. ¡Sigue intercediendo por tu pueblo Señor! Mantén tu unidad con tu pueblo. Gracias por demostrarnos tu amor al orar por tus hijos y tus hijas, y guía nuestras vidas para que el mundo pueda ver un testimonio de discipulado fiel. En tu nombre oramos. Amén.
PERDÓN Y PAZ
«Recuerden que Dios nos ha elegido por medio de Jesucristo, para que formemos parte de su maravilloso reino». Dios en su gracia nos ha dado el perdón por nuestros pecados. «¡Qué Dios reine con poder para siempre! Amén».
Comparta la paz: Piense en alguna cosa que le haya dado paz durante este día. Comparta ese sentimiento de paz con alguna persona o a través de algún medio social.
ORACIÓN DE ILUMINACIÓN (Prayers for Easter Season. Office of Theology and Worship. Traducción: MGV)
Dios viviente, tú enviaste a Jesucristo,
para que conociéramos tu gloria
y recibiéramos el don de la vida eterna.
Haz que nos mantengamos fieles a tu Palabra mientras vivimos y trabajamos en tu mundo, para que todas las personas sean una en tu amor; por Cristo, nuestro Salvador. Amén.
ESCRITURA: Juan 17,1-11 (RVA 2015)
Jesús habló de estas cosas y, levantando los ojos al cielo, dijo: “Padre, la hora ha llegado. Glorifica a tu Hijo para que el Hijo te glorifique a ti, 2 así como le diste autoridad sobre todo hombre para que dé vida eterna a todos los que le has dado. 3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien tú has enviado. 4 Yo te he glorificado en la tierra, habiendo acabado la obra que me has dado que hiciera. 5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú en tu misma presencia con la gloria que yo tenía en tu presencia antes que existiera el mundo. 6 “He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste. Tuyos eran, y me los diste; y han guardado tu palabra. 7 Ahora han conocido que todo lo que me has dado procede de ti 8 porque les he dado las palabras que me diste, y ellos las recibieron y conocieron verdaderamente que provengo de ti, y creyeron que tú me enviaste. 9 “Yo ruego por ellos. No ruego por el mundo sino por los que me has dado; porque tuyos son. 10 Todo lo mío es tuyo, y todo lo tuyo es mío; y he sido glorificado en ellos. 11 Ya no estoy más en el mundo pero ellos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, guárdalos en tu nombre que me has dado, para que sean uno así como nosotros lo somos.
REFLEXIÓN: ¿Por qué ora Jesús? (Amy Amparo Méndez)
¡Buenos días! Es un gozo el poder adorar en comunidad en esta mañana. Después de estar en cuarentena por casi tres meses, me tuve que recordar a mi misma que hoy se celebra, en el calendario de la iglesia, la ascensión de Jesucristo.
El pasaje para esta mañana es del evangelio de Juan 17,1-11. Juan 17 ha sido conocido como la «Gran oración sacerdotal de Jesús», desde el periodo patrístico tardío. Le debe este título tradicional al hecho de que Jesús intercede ante Dios a nombre de sus discípulos/as, tanto de quienes están presentes, como de «los que han de creer en mí por medio de la palabra de ellos» (v.20). La oración termina con un «discurso de despedida» entre Jesús y los discípulos en la noche antes de su muerte (Cap. 13-17).
Cuando trabajaba en el Presbiterio de Denver, yo supervisé a varios adultos jóvenes voluntarios que sirvieron en diferentes iglesias dentro del presbiterio. Soohwi, una de nuestras YAVs esta estudiando Leyes y Estudios cristianos en Corea del Sur. Ella decidió venir a los Estados Unidos a hacer tener una experiencia de pasantía misional que se concentrara en servir a comunidades de diferentes razas y etnias como parte de su participación en la comunidad y de su crecimiento personal. Ella decidió, como uno de sus proyectos, el coleccionar oraciones de niños y niñas en las iglesias étnico-raciales. Usamos este librito de oraciones como un recurso para invitar a las congregaciones del Presbiterio a interceder por estas niñas y niños que eran parte de las Nuevas comunidades étnico-raciales de adoración.
Les voy a invitar a escuchar algunas de las oraciones de los niños/niñas (sin edición alguna): Kim, una niña de la Comunidad Cristiana de Myanmar escribió, «Oro porque el mundo viva como uno solo».
Lyric, una niña de la Iglesia Presbiteriana Peoples, la única iglesia afroamericana del Presbiterio, hace esta oración: «Estoy orando por sanidad para las personas que son víctimas de crímenes violentos, como los que sucedieron en Ferguson, Missouri, el Medio Oriente y Colorado».
Aidan, un niño de la Comunidad vietnamita, ora, «Le pido a Dios que continúe bendiciendo y cuidando a quienes tienen necesidad en el mundo. Dios, continúa dando esperanza y valentía a quienes están tristes y débiles. También, continúa usando a las personas como yo para traer a otras personas a Cristo».
Emmelyin, una niña de la Iglesia Presbiteriana Valverde, ora, «Yo oro para que haya paz en toda la tierra. Por quienes están enfermos, porque Dios es nuestro doctor sanador».
Alex, un niño de Divino Salvador, dice, «Querido Dios, te damos gracias por un nuevo día. Dios, por favor sánanos y danos buena salid, porque si ti estamos perdidos. Completamente perdidos. Amén».
Cuando comencé a leer las oraciones de estas niñas y niños, me conmoví profundamente porque yo tengo una relación con todos estos niños, niñas y sus comunidades de fe. Algunos de estos niños y niñas han crecido en lugares de desplazamiento, pobreza, injusticia, violencia y desigualdad. Han experimentado de primera mano el racismo y la discriminación. La oración de Lyric expresa su profunda preocupación por la gente de Ferguson porque como una niña afroamericana, ella sabe que caminar por las calles de Ferguson no es seguro.
El escuchar una oración revela mucho sobre las relaciones.
Pensamos que al escuchar a niñas y niños orar, diciendo «Dios, bendice a mamá, papá, al gato, al perro, a mi hermanita…» asumiendo que estamos en la lista de oración, aprendemos un poco sobre como la niñez nos percibe en la presencia de Dios.
Cuando escuchamos la lectura de hoy, tenemos un gran privilegio: ¿Cómo hubiese sido escuchar a Jesús en oración? También podríamos esperar aprender algo sobre nuestra relación con Dios.
Mi amiga Marie, quien es capellana, siempre me recuerda que la oración es una forma activa de cuidado pastoral al proclamar la confianza redentora de la presencia sostenedora de Dios
El ministerio de oración es enfatizado en Juan 17. Aquí, Jesús ora en nombre de sus discípulos, discípulas y de nosotres, de la misma manera que ora por las personas que ha enviado al mundo.
Hay tres aspectos de este pasaje que quiero compartir:
1. ¿Por qué ora Jesús? En el momento en que los días de Jesús en la tierra estaban llegando a su fin, él pasó tiempo preparando a los discípulos y a nosotres para vivir en un mundo hostil. La oposición y la resistencia habían surgido durante el ministerio terrenal de Jesús. No es de extrañar que Jesús ore por sus discípulos y por nosotres.
El evangelio de Juan nos recuerda que debemos ser uno con Jesús como Jesús fue uno con Dios. Qué manera tan increíble de unirnos a través de la oración como el cuerpo de Cristo. Piénsalo. La iglesia no es el edificio, somos el cuerpo de Cristo.
2. En este pasaje Juan articula un entendimiento del Dios a quien Jesús ora. Jesús identifica a Dios cómo aquel que le envió al mundo y en cuyo nombre otras personas son enviadas. Nos da ánimo saber que como discípulas y discípulos de Cristo, Dios nos llama, nos prepara y nos envía.
¿Por qué ora Jesús? Jesús ora por ti y por mi, para que continuemos conociendo a Dios, y al conocer a Dios, seguir siendo participantes activos en el ministerio continuo de la gracia de Dios. Ese es nuestro llamado de compartir las buenas nuevas del amor de Cristo, amándonos y animándonos mutuamente.
3.¿Alguna vez se ha hecho la pregunta de por qué Jesús ora? Todavía estamos en cuarentena, todavía no tenemos una vacuna para el COVID-19, se nos sigue diciendo que tenemos que distanciarnos socialmente, ahora tenemos que usar mascarillas para protegernos y proteger a otras personas, la gente está enojada porque están cansadas y aburridas de estar en casa, y otras necesitan encontrar trabajos. Por eso, no nos debe sorprender que Jesús ore.
Como iglesia, estamos enfrentando muchos retos, pero le damos gracias a Dios que, aún dentro de una pandemia, estamos en comunidad, seguimos adorando por Zoom, por grabaciones, en vivo, por Facebook, y por medio de la gracia de Dios seguimos siendo fieles a su llamado.
En el domingo de la Ascensión de Cristo, se nos recuerda que no vivimos en soledad. Cristo todavía está en nuestro medio. El cuerpo de Cristo está aquí, presente, y cada persona es parte de este cuerpo glorioso de Cristo.
Sí, Jesús ora por la iglesia que está formándose y transformándose. Jesús ora por la unidad en medio de sus discípulos y discípulas que pueda dar testimonio del evangelio. Jesús ora por nuestros esfuerzos humanos colectivos y para que en nuestra unidad con Cristo podamos activarnos en el mundo en nombre de Dios. ¡Esta es la palabra de Dios! ¡Amén y amén!
HIMNO: Escuche el himno «Somos el cuerpo de Cristo, We are the body of Christ» GtG 768
ORACIÓN DE INTERCESIÓN: Éste es el artículo del New York Times que compartimos en la mañana de hoy. Tome tiempo para leer los nombres, las descripciones... y ore... por vidas perdidas, por historias silenciadas, por familias que han perdido seres queridos y por maneras de honrar esas vidas, por medio de dar prioridad a la gente y no a los presupuestos.
SENDING SONG: Escuche "Alelu, alelu, alelu, aleluya" y recuerde nuestro llamado a adorar a Dios con todo lo que hacemos y decimos. Alabe a Dios por su bondad, fortaleza y consuelo en estos momentos.
BENDICIÓN (MGV)
Jesús ora, y conocemos a Dios nuestro Creador.
Jesús ora, y encontramos nuestro llamado a ser el cuerpo de Cristo en el mundo.
Jesús ora, y hallamos la fortaleza que necesitamos para ser iglesia: sin murallas, cara a cara, en nuestras casas, con nuestras familias, con mascarillas, esparciendo amor a otras personas con todo lo que hacemos y decimos.
Jesús ora… y somos iglesia. Que Dios nos ayude a serlo. Amén.
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