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Writer's pictureMarissa Galvan

Devocional para el 5 de abril: Manto



PRELUDIO: Hoy, Lent in Plain Sight: A Devotion through ten objects, nos invita a estudiar Lucas 19,29-40. El objeto para esta semana es un manto. El título de la meditación es «Mantos en el camino». Si tiene el libro, lea la meditación.


LLAMAMIENTO A LA ADORACIÓN

¡Despierta al día del triunfo de nuestro Salvador! ¡Da gracias por este día que lleva a la cruz! ¡Ven con tus ramas, hosannas y canciones! ¡Llena el aire dando la bienvenida al Señor! Bienaventurado el que viene en el nombre del Señor.


PROCLAMACIÓN DE LA ENTRADA A JERUSALÉN: Si puede, mire el siguiente vídeo basado en el pasaje: Evangelio de Lucas cap. 19-23 por el Proyecto de la Biblia.


HIMNO: Escuche «Mantos y palmas» GtG 199


CONFESIÓN (Rev. Arelis Cardona)

Profeta que vas de camino a Jerusalén, ten en cuenta nuestra alegría al verte pasar y perdona nuestra incapacidad de ser plenamente fieles. Como los discípulos, no entendemos ni merecemos tu empeño en volver al lugar donde mueren los enviados de Dios. Permítenos comprender tu amor y obediencia. Purifícanos y seremos limpios. En el nombre de Cristo. Amén.


PERDÓN Y PAZ (Salmo 118)

¡Te damos gracias Señor, porque nos escuchas y porque eres nuestra salvación! ¡Gracias porque estás de nuestra parte! En agradecimiento por tu infinito amor, compartimos estas buenas nuevas con el mundo: en Jesucristo recibimos perdón por nuestros pecados. ¡Podemos vivir en gozo y en paz!


(Tomen tiempo para pensar en una cosa que ha sucedido durante esta semana que les haya dado un sentimiento de paz. Puede ser el sonido de un pájaro cantando, de ver cómo salen las flores, o hablar con alguien con quien no habías hablado durante mucho tiempo.)

ESCRITURA: Lucas 19,29–40 (RVA 2015)

29 Y aconteció que, llegando cerca de Betfagé y Betania al monte que se llama de los Olivos, envió a dos discípulos, 30 diciendo: —Vayan a la aldea que está frente a ustedes y, cuando entren en ella, hallarán atado un borriquillo en el cual ningún hombre ha montado jamás. Desátenlo y tráiganlo. 31 Si alguien les pregunta: “¿Por qué lo desatan?”, le responderán así: “Porque el Señor lo necesita”. 32 Los que habían sido enviados fueron y hallaron como había dicho. 33 Cuando desataban el borriquillo, sus dueños les dijeron: —¿Por qué desatan el borriquillo? 34 Y ellos dijeron: —Porque el Señor lo necesita. 35 Trajeron el borriquillo a Jesús y, echando sobre él sus mantos, hicieron que Jesús montara encima. 36 Y mientras él avanzaba, tendían sus mantos por el camino. 37 Cuando ya llegaba él cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto. 38 Ellos decían: —¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor!. ¡Paz en el cielo, y gloria en las alturas! 39 Entonces, algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: —Maestro, reprende a tus discípulos. 40 Él respondió diciéndoles: —Les digo que si estos callan, las piedras gritarán.


REFLEXIÓN: (Rvda. Candasu Vernon-Cubbage )

Nuestro libro de devocionales escrito por Jill J. Duffield comienza su devocional del día de hoy con las palabras: Los discípulos fueron enviados a buscar un borriquillo para la entrada de Jesús en Jerusalén. Algunos de ellos fueron y encontraron al borriquillo, que es un joven burro, y lo llevaron a donde estaba Jesús y los otros discípulos esperando afuera de la ciudad. Los discípulos fueron los primeros a los que se les pidió que dieran sus mantos a Jesús. Ellos se quitaron los mantos con que se cubrían y los pusieron encima del borriquillo para que Jesús se pudiera sentar sobre ellos. Entonces el cabalgó hasta Jerusalén y la multitud comenzó a reunirse y a cantar hosannas, y a mover los ramos y a quitarse sus mantos y a ponerlos en el camino para que el Rey Jesús pasara sobre ellos.

El escuchar que los discípulos pusieron sus mantos sobre el borriquillo para que Jesús cabalgara sobre el me hace sentido. Por lo menos es más cómodo para el burro y para quien cabalga que ir sin ellos.

Sin embargo, siempre me he preguntado por qué la gente pondría sus mantos sobre la tierra. Parece un detalle extraño que es incluido en la historia.

Tengo una teoría: esto no es realmente sobre que los mantos que están sobre el borriquillo hacen que cabalgar sea más fácil, o que los mantos sobre el camino hagan que sea más fácil que el borriquillo camine sobre ellos. La historia es sobre el deseo de los discípulos y de la multitud de dar algo personal y de valor para ellos y ellas y para ponerlos a la disposición de la entrada del Rey.

Cuando pienso en mantos y abrigos, pienso en por lo menos tres cosas.

  1. Comodidad- Un abrigo nos da calor cuando tenemos frío. El peso del abrigo hace que sintamos seguridad (como una sábana pesada o un chaleco de peso). Un manto, que es una vestimenta que parece más una capa que un abrigo, puede ser usado como una sábana en el invierno.

  2. Protección: un abrigo actúa como una capa externa, como un escudo, y algo que se encuentra entre usted y el resto del mundo, lo que nos hace menos vulnerables al clima y menos vulnerables a los golpes. Un manto puede usarse como una tienda de campaña para mantener el viento o el sol fuera de nuestra piel.

  3. Estatus- Un abrigo, por la calidad de la tela de la cual es hecho o por cómo el estilo está de moda, puede indicar cuánto dinero se tiene, cuán importante se es, y cuánta autoridad se tiene.

Quizás el honor que se le dio al Rey Jesús no fue el que no pudiera sentir los huesos de la espalda del borriquillo mientras estaba montado sobre el, o que el borriquillo no sintiera el camino en sus pezuñas. Quizás el honor dado fue el sacrificar algo personal por el Rey, algo que representara su propia comodidad, protección o estatus, y que sacrificaron a raíz de la entrada de Jesús a la Ciudad Santa.

Últimamente, se nos ha pedido, y en ocasiones mandado a sacrificar nuestra libertad de movimiento, nuestra proximidad física a otros seres humanos y en ocasiones nuestra proximidad a nuestra propia familia. Se nos ha pedido que hagamos esto para mantenerles, mantenernos y mantener a otras personas saludables.

Así que, en esta mañana me pregunto qué estamos en la disposición de sacrificar por Jesús. ¿Qué comodidad, protección o estatus estamos en la disposición de dejar, aún temporeramente, para que Jesús haga su entrada triunfal?


PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR (Duffield, Jill. Lent in Plain Sight (Kindle Locations 1086-1090). Presbyterian Publishing Corporation. Kindle Edition)

  • ¿Qué estás escondiendo de Jesús? ¿Qué estás escondiendo de otras personas? ¿Por qué lo estás escondiendo?

  • ¿En dónde más en el Evangelio de Lucas encuentras la palabra «manto» o «abrigo»? ¿Cómo estos pasajes informan tu entendimiento sobre esta lectura de Domingo de Ramos?

  • ¿Cuándo ha sido inspirado/a a tirar su abrigo en el camino? En otras palabras, cuándo ha dado algo con abandono, sin calcular el costo o preocupándose sobre las consecuencias? ¿Qué pasó?



ORACIÓN DE INTERCESIÓN: Use esta oración de Magdalena García como su oración: «Tú entraste en la ciudad / You Entered the City».

BENDICIÓN

Vayan en paz, con la seguridad de la presencia de Dios con ustedes, con la mente de Jesucristo como su camino y guía, y con la constante compañía de Espíritu Santo.

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