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  • Writer's pictureMarissa Galvan

Devocional para el 22 de marzo: Zapatos



PRELUDIO: Hoy, Lent in Plain Sight: A Devotion through ten objects, La Cuaresma a simple vista: un devocional por medio de diez objetos) nos invita a estudiar Éxodo 3,1–6. El objeto para este día es u zapato. El título de la meditación es “Take off Your Shoes” (Quítate los zapatos). Si tienes el libro, toma unos momentos para leer la meditación.


Si puedes, mira el siguiente vídeo basado en el pasaje bíblico: El Príncipe de Egipto-- Moisés habla con Dios. https://www.youtube.com/watch?v=poZr9HjMizQ


LLAMAMIENTO A LA ADORACIÓN

Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella;

el mundo y quienes en ella habitan.


HIMNO

Escucha «El mundo es de mi Dios»: https://www.youtube.com/watch?v=TbbaTmhh2TM


CONFESIÓN

Dios, perdónanos por pensar

que sentiremos mejor tu presencia

en un mundo específico,

sin darnos cuenta de que estás en todo lugar

y que todo lugar cuyo espacio es tocado por tu presencia

es sagrado y santo.

Abre nuestros ojos,

para que podamos reconocer

la santidad de la creación

para que podamos vivir

con el perdón y la gracia

que solamente son encontrados en ti.

En el nombre de tu Hijo,

quien nos enseño lo que es ser santo.

Amén.


PERDÓN Y PAZ

En Jesucristo, encontramos el perdón que buscamos. ¡Regocijémonos! En Jesucristo encontramos el perdón y podemos vivir en paz.


(Tomen tiempo para pensar en una cosa que ha sucedido durante esta semana que les haya dado un sentimiento de paz. Puede ser el sonido de un pájaro cantando, de ver cómo salen las flores, o hablar con alguien con quien no habías hablado durante mucho tiempo.)


ESCRITURA: Éxodo 3,1–6

Apacentando Moisés las ovejas de su suegro Jetro, sacerdote de Madián, guió las ovejas más allá del desierto y llegó a Horeb, el monte de Dios. 2 Entonces se le apareció el ángel del SEÑOR en una llama de fuego en medio de una zarza. Él observó y vio que la zarza ardía en el fuego, pero la zarza no se consumía. 3 Entonces Moisés pensó: “Iré, pues, y contemplaré esta gran visión; por qué la zarza no se consume”. 4 Cuando el SEÑOR vio que él se acercaba para mirar, lo llamó desde en medio de la zarza diciéndole: —¡Moisés, Moisés! Y él respondió: —Heme aquí. 5 Dios le dijo: —No te acerques aquí. Quita las sandalias de tus pies, porque el lugar donde tú estás tierra santa es. 6 Yo soy el Dios de tus padres: el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su cara, porque tuvo miedo de mirar a Dios.


REFLEXIÓN: Tierra santa (MGV)

El domingo pasado fue un poco extraño. Usualmente, me levanto a una hora en particular, me baño, me lavo la boca, busco la ropa que me voy a poner, que en mi caso es una camisa clerical y los pantalones y zapatos que caigan con ella. Después, bajo a hacer el desayuno, mi mamá y yo desayunamos, y luego subo otra vez a empacar la computadora, la estola y todo lo que necesito para ir a la iglesia. Durante el camino allá, ando siempre con ansiedad y expectativa… pensando en preparar todo para que el pueblo de Dios pueda adorar su santo nombre.


Sin embargo, cómo estamos viviendo en esta nueva realidad de «distanciamiento social», tratando de evitar la propagación de esta misteriosa enfermedad, el domingo significó que nos quedamos en casa. Me levanté más tarde de lo normal. No había apuro. Ayunamos, porque estamos haciendo «ayuno intermitente» por la dieta… y entonces usamos los materiales que preparé para tener nuestra propia experiencia de «adoración en casa».


Tengo que admitir que, aunque preparé todas estas oraciones e himnos, tuve que tener mucha intencionalidad para usarlos. Cuando se tiene una vida ocupada de trabajo, dos trabajos, y preocupaciones por tiempos límites… una siente que la casa es el lugar de hacer nada. Es el lugar en donde el tiempo no importa, porque no estás constantemente haciendo una lista de cosas que hacer. Es obvio que se limpia y se cocina y se hacen otras tareas del hogar… pero las cosas no se hacen pensando en que tienen que suceder a cierta hora o que tienen fecha límite. Por lo menos… eso me parece a mí.


Así que, volviendo al domingo… la primera cosa que sucede cuando bajo a desayunar es que mami y yo tenemos puestas nuestras camisas de la iglesia. Nosotras no habíamos hablado de hacer eso. Para mí, fue un recordatorio: «Somos la Iglesia Presbiteriana de Beechmont dondequiera que estemos. Haremos iglesia dondequiera que estemos». Entonces, después de tomarnos un café (que se permite durante el ayuno), sacamos nuestros teléfonos, buscamos la página de Internet de la iglesia y comenzamos a seguir los materiales para el devocional.


Al hacerlo, me acorde de algo que el Reverendo Elmer Zavala valora en su ministerio que se reúne a adorar en las casas de la gente. La iglesia no es un edificio, es la gente y es un movimiento. De hecho, cuando el cristianismo comenzó a formarse, los momentos sagrados de la adoración se practicaban en hogares y no en grandes catedrales. La palabra «ecclesia» significa asamblea: un momento particular en que la gente se reúne a hablar sobre las cosas que afectan a la comunidad y a planificar maneras para lograr el beneficio de la comunidad. Eso es lo que la iglesia debe ser. Debe ser un momento sagrado en donde la gente se reúna para cantar en unidad, para orar el uno por la otra, para compartir el amor con otras personas, para estudiar en unidad y para movernos en comunidad y salir a vivir los valores de la familia de Dios.


En su meditación para hoy, Jill Duffield habla de su experiencia haciendo una pasantía/internado como capellana de hospital. Ella explica que el olor de antiséptico y otras cosas que pasan en un hospital, no necesariamente le recordaban a la «tierra santa» de la que habla Éxodo. Estoy casi segura de que Moisés no esperó tocar tierra sagrada cuando llevó a su rebaño más allá del desierto hasta el Monte Horeb. Sin embargo, Dios hizo de ese espacio tierra santa. Dios hace que el que te des cuenta de que tu madre tiene la misma camisa que tú, un momento de tierra santa. Dios hace que una zarza ardiente sea tierra santa. Dios hace que un hospital sea tierra santa… así que, también nuestros hogares, desinfectados con Clorox y Lysol se convierten en tierra santa… en Ecclesia… en Iglesia.


Cualquier lugar en donde reconozcamos lo que Duffield llama la presencia inconfundible de nuestro Dios, es un lugar en donde podemos sentir reverencia, maravilla, y gratitud. Y no se si lo mismo les ha pasado a ustedes… pero yo no me he puesto zapatos en muchos momentos de esta semana. Quizás mi cuerpo, desde el sábado pasado, estaba reconociendo que este lugar en donde vivimos es tierra santa… un lugar en donde podemos adorar a Dios, cantar y dar gracias… como lo hicieron muchas personas antes que nosotres.


PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR (De Lent In Plain Sight, a Devotion Through Ten Objects)

  • ¿Alguna vez han experimentado el encontrar «tierra santa» en un lugar inesperado? ¿Qué sucedió para que eso fuera así? ¿Cómo respondieron a eso?

  • ¿Por qué creen que Dios le pidió a Moisés que se quitara las sandalias? ¿Qué simbolizaban sus sandalias?

  • ¿Alguna vez se han quitado los zapatos metafórica o literalmente como una señal de respeto o humildad?


HIMNO: Alla en el Monte Horeb: https://www.youtube.com/watch?v=SuJco2TgP5I


Dios eterno, sustentador, proveedor, Dios de toda sabiduría y conocimiento,

nuestros espíritus están abrumados, nuestra fe desfallece

y nuestras mentes se nublan con noticias de enfermedad y muerte.

Conoces nuestros pensamientos antes de que los expresemos;

aún los temores que echamos a un lado, Tú los conoces.

No podemos esconderte nuestros pensamientos y preocupaciones.

Venimos a ti, oh Dios, tal cual somos y tal como estamos,

rogando por sabiduría,

por mentes claras y corazones abiertos, por calma

y por la certeza de que, a través de la crisis, Tú estás presente.

Sabiendo que “el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues no sabemos qué nos conviene pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles,”

rogamos por sabiduría y protección para…

el personal médico, científicos, doctores/as, enfermeros/as,

y técnicos/as de laboratorio;

aquellas personas alrededor del mundo

considerando la crisis de salud actual y otras ya existentes;

el personal de cuidado de salud y cuidadores/as.

Les presentamos ante Ti. Bendíceles con sabiduría; protégeles de todo mal.

Rogamos por mentes claras y corazones abiertos…

al navegar nuestras vidas diarias;

al enfrentar cierres, cancelaciones y cuarentenas;

al mantener a nuestras familias en nuestros hogares, algunas cuidando de seres queridos enfermos;

al encontrarnos con nuestro prójimo en nuestros vecindarios, tiendas y farmacias.

Bendícenos con paciencia y creatividad, amor y entendimiento.

Oramos por aquellas personas enfermas, las que han perdido o están en riesgo de perder sus trabajos en medio de esta crisis, por aquellas cuyos servicios sociales o de salud han sido afectados, por quienes sufren los efectos directos del virus: localmente y alrededor del mundo.

Ilumínanos, Espíritu Santo. Muéstranos las maneras en que podemos ser de ayuda al cuidarnos y cuidar a nuestro prójimo. Ilumínanos para saber cómo ayudar.

Rogamos por calma, certeza y fortaleza.

Recuérdanos que, en medio de la crisis,

tu gracia nos alcanza,

tu esperanza nos ilumina,

y tu amor nos rodea.

Amén.


DESPEDIDA

Unísono: La gracia de Dios sea con ustedes,

ahora y siempre. Amén.

Bendito sea el Señor. Que su nombre sea alabado por siempre.

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